“Borges pertenece a esa raza de escritores que desaloja lo cotidiano de la lengua para hacerla resplandecer y conducirla a decir otras cosas. Vacía las palabras de sus sentidos habituales para volcar en ellas los nuevos e inesperados significados que aluden a esa otra realidad. Los hombres -no todos, por cierto, solo algunos elegidos-, insistentemente han pensado estas cuestiones”.
“Jorge Luis Borges, entre el tiempo y la eternidad” es el cuarto libro sobre el escritor que presenta Cristina Bulacio, después de “Dos miradas sobre Borges” (1998, con ilustraciones de Donato Grimma); “Los escándalos de razón en Jorge Luis Borges” (2003/2005) y “De laberintos y otros Borges”, que es una compilación de varios trabajos (2004).
En su obra, Bulacio sostiene que Borges hace filosofía en el más auténtico sentido de praxis: piensa y experimenta. “Ambas actividades, semejantes entre sí en hondura filosófica, buscan la totalidad de lo real. En una frase como ‘soy eco, olvido, nada’ se escucha la absoluta contingencia de nuestra condición y, en consecuencia, la necesidad - jamás satisfecha- de un fundamento que soporte la fragilidad de la existencia”, afirma.
- ¿Cómo definiría este libro?
- Es un libro de la madurez, de un conocimiento más a fondo a Borges, más meditado. Yo estoy contenta con este libro, contiene cosas que quería decir. Y Borges es un antiguo amigo mío que me acompaña desde mis primeras actividades intelectuales.
- Borges pareciera ser una fuente inagotable de pensamiento.
- Borges tiene la capacidad de producir esa extraña fascinación que sólo los grandes pueden hacerlo. Después ya no podés dejarlo. Es que yo creo que Borges no hace literatura sino que él es literatura. Por eso no es inocuo como otros autores. Es como Shakespeare o como Dante, que nos conmueven profundamente porque nos hablan de nosotros mismos. La gran literatura no es inocua porque nos dice cosas de nosotros mismos. Por eso mismo no pierden actualidad, como Borges.
- ¿Qué significa leer a Borges y escribir sobre él?
- No es que yo interprete a Borges desde la filosofía, él exige un sustento filosófico para poder ingresar a sus textos, porque es un pensador. Cuando uno transita el pensamiento de un autor como Borges, con esa envergadura, la vida cambia, porque hay un permanente ir y venir entre la interpretación de uno y lo que Borges nos dice. No es lo mismo leer Borges que no leerlo, la vida cambia.
- ¿Por qué eligió el tiempo?
- El tiempo es el gran tema de Borges. Lo notable es que si bien él no cree en la eternidad se la concede a todos sus personajes, que la experimentan, mientras que está vedada para sí mismo. El título del libro responde a ese juego que está entre lo irremediable de la condición temporal y la eternidad, esa fatigada esperanza. Nuestro sino.
En detalle
El libro forma parte de la colección “Saberes académicos”, de la editorial de la Universidad Nacional de Tucumán (Edunt). El de esta noche será un encuentro multisensorial con Borges, ya que el público disfrutará de los textos en la voz de Oscar Zamora y de Constanza Padilla, acompañados en guitarra por Carlos Podazza. El acto comenzará a las 20, en el Aula Magna de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. La entrada es libre y gratuita.
En el prólogo, la profesora Eugenia Flores de Molinillo escribió: “la formación de Cristina Bulacio en los rigores de la filosofía le permite advertir en el corpus borgeano no solamente algunas menciones a filósofos memorables, sino también entrecruzamientos entre situaciones existenciales (ficcionales, naturalmente) y planteos filosóficos de la más diversa índole (...). Y son esos contactos los que la autora explora con autoridad y con una innegable fruición intelectual al ir develando con su análisis lo que ella llama ‘el espíritu lúdico y erudito de Borges’”.
Doctora en Filosofía, Bulacio fue profesora titular de Antropología Filosófica y directora del Instituto de Estudios Antropológicos y de Filosofía de la Religión de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT. Actualmente es profesora consulta de la UNT y vicepresidente de la Academia de Ciencias Morales, Políticas y Jurídicas de Tucumán. Entre otros libros, y más allá de sus incursiones en el universo borgeano, publicó “Como el rojo Adán del Paraíso” y “Antropología y Arte”.