Leonardo Cruz es uno de los referentes del Cachorros que jugará la final del torneo Federal "C" frente a San Francisco Bancario, a partir de mañana, para lograr un ascenso al Federal "B". Lleva 9 goles en el campeonato y además de jugar y entrenarse, es empleado en una carnicería de calle Corrientes. Una historia de vida admirable que te cuenta LA GACETA.
Su tío Mario Burgos, el popular "Vega", fue el que lo llevó a jugar a su equipo además de ayudar a Susana a criarlo a él y a sus hermanos. Cruz quiso seguir la tradición familiar, ser el centro delantero que también tenía como posición Omar, su papá, que cuando Leo tenía 9 años, partió a jugar con muchos amigos a una "canchita" que está en el cielo.
Desde su suegra, Leonor Barboza, hasta su señora Agustina Gaitán, sus hijos Antonella, Magalí y Conan, "lo acompañan en cada elección que haga el delantero", afirma su entrenador Oscar Mendía. Su mamá Susana Burgos y sus hermanos Emanuel, Blas y Jimena, completan esa familia que "banca los trapos".
Leo cuenta que los clientes lo reconocen: "vos nos dejaste afuera del campeonato", le dijo una señora que además de ser hincha de San Antonio, se llevó un precio especial por la carne que compró. Y el goleador aún conserva un sueño: "jugar un Federal y hacerle un gol a Central, Juventud o Gimnasia. Lo hago el y creo que pediría el cambio y me iría a mi casa, ya estaría hecho".
Cruz duerme cinco horas cada noche, porque al día siguiente sabe que tiene que atender a sus clientes en la carnicería, llegar a casa para jugar con sus hijos y partir al club para entrenarse, pensando en seguir narrando una historia que ya marcó una historia, volver a trabajar y rearmar su rutina. Un ejemplo de vida, de persona, de goleador.