Las luces de la avenida del carnaval volverán a encenderse para que más de 40 agrupaciones renueven una tradición arraigada en la cultura popular salteña: los corsos de verano.
La fiesta comenzará el viernes, a las 22, con el ritual del desentierro de carnaval a cargo de bagualeros y copleros vallistos, luego será el desfile de comparsas, murgas y caporales. Se repetirá los viernes, sábados y domingo hasta el 13 de febrero.
El valor de la entrada general será de $100 para adultos y $50 para niños, además los organizadores anticiparon que algunas semanas también habrá corso los miércoles, con precios más económicos.
Los corsos salteños se vienen gestando desde hace meses. Las más de tres mil personas que participan pertenecen a 42 agrupaciones que durante todo el año ensayan y fabrican sus trajes para brillar en esta fiesta.
Luis Vaca, presidente de la Asociación de Agrupaciones Carnestolendas y uno de los responsables de la organización de los corsos, le anticipó a LA GACETA que lo atractivo de esta fiesta es el nivel artístico de las agrupaciones.
“El 19 de enero realizaremos la ronda clasificatoria de comparsas. La idea de esta competencia es elevar la calidad de los grupos que para desfilar tienen que cumplir con un reglamento que establece cantidad de integrantes y empatía con el público. No nos olvidemos que más allá de la fiesta, lo que ellos presentan es un espectáculo”, destacó Vaca.
Esta nueva edición de los corsos, que en Salta se realizan desde hace 121 años, se reivindicará a las comparsas, como los famosos Tonkas y Toykas, que representan las costumbres de las comunidades originarias de América y que se consolidaron como un estandarte del carnaval salteño.
También desfilarán los caporales con bailes como el tinku o morenada, típicos del Altiplano; las murgas artísticas con su influencia carioca, y los clásicos caretones con toques de la cultura europea.