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Con los ojos en el Pilcomayo, comienza una semana clave para el futuro de los pobladores del norte

Las tareas de rescate continúan y desde el gobierno admiten que el regreso a casa será lo más complicado
05 Feb 2018
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Con las miradas puestas en el cauce del Pilcomayo, comienza una semana clave para evaluar cómo continuarán evacuando las familias de las zonas aledañas al río limítrofe con Paraguay, luego de que alcanzara el pico récord de 7,32 metros.

El gobernador Juan Manuel Urtubey se reunirá hoy con los ministros que están a cargo del operativo y funcionarios que coordinan el Comité Permanente de Emergencias que se montó en todo el norte. Según trascendió, el mandatario volverá a recorrer la zona y se espera la llegada de funcionarios del gobierno nacional de segunda línea para coordinar la asistencia a la provincia.

Los datos oficiales afirman que aún 1.000 personas aguardan ser rescatadas, quienes dependerán de la logística coordinada a través de botes y del puente aéreo que llevan a cabo efectivos provinciales junto con el Ejército y Gendarmería Nacional.

Durante el fin de semana el rio destrozó la ruta 54 y dejó ya sin posibilidades el traslado vía terrestre de los evacuados, quienes hasta el momento son más de 2.800 personas que permanecen en los lugares habilitados por las autoridades, principalmente en Tartagal y Aguaray.

Desde la secretaría de Protección Civil observan con atención los niveles del río en la localidad de Villamonte, en Bolivia donde si bien hubo un descenso de los niveles la medición continúa por los 5 metros. “Debemos entender que en condiciones normales, que Villamonte tenga 3 mts de profundidad para nosotros ya implica un alerta y la realidad nos muestra que hace 24 horas que los niveles se mantienen por encima de los 5 metros”, explicó el jefe de dicha área, Néstor Ruiz de los Llanos.

Lo más difícil de pensar por estas horas, según reconocen desde el gobierno, es el regreso a casa. Si bien está todo preparado en materia de coordinación, todo depende de la naturaleza, que por ahora no ha dejado de castigar una de las zonas más vulnerables del país.

A través de un comunicado oficial, Ruiz de los Llanos indicó que “lo principal es ver como quedaron las viviendas y si están en condiciones de ser habitadas, las primeras en inundarse son muy precarias, hay familias que dejaron documentos en sus viviendas, que perdieron sus efectos personales, su situación es muy difícil y requerirá de mucha asistencia”.

Mientras tanto, las miradas también están atentas al comportamiento del Río Bermejo, donde 15 comunidades también están recibiendo asistencia por las crecidas.



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