Las condiciones climáticas en el norte son idénticas a las de Salta capital en los últimos días por lo que se registraron fuertes lluvias anoche, no solo en las localidades salteñas sino en la cuenca alta del río Pilcomayo en Bolivia por lo que se mantiene el alerta por la crecida de varios ríos.

La intensidad de las precipitaciones en las últimas cinco horas encendió la preocupación por lo que serían inminentes las crecidas en los ríos Pilcomayo, Bermejo, Blanco y Pescado entre las próximas 24 y 48 horas. Esto podría perjudicar no solo a los parajes y localidades que ya vienen siendo afectadas sino también a otras como Tartagal, que ya viene afectada por los problemas de agua potable que persisten hasta hoy.

Así lo explicó Rolando Álvarez, miembro de Protección Civil de la Provincia, a LA GACETA, al tiempo que aclaró que la altura actual de los ríos no es muy elevada aunque no es baja teniendo en cuenta la época del año y sabiendo que la temporada de lluvia podría extenderse más allá de abril, ya que, por ejemplo, el año pasado llegó hasta los primeros días de junio. Además, dio por hecho que mañana volverá a llover fuerte en la zona.

Parajes aislados y caminos intransitables

Si bien la gran inundación del norte viene cediendo mucho en las últimas semanas, esto no implica que los problemas hayan desaparecido. Álvarez contó que algunos parajes continúan aislados porque los caminos que conducen a ellos están intransitables por el agua o por la gran cantidad de barro, incluso es imposible circular con camionetas 4x4.

Mientras que en Santa Victoria Este la situación se ha normalizado, lugares como El Aybal, Alto La Sierra o Misión La Paz, entre otros, continúan complicados y llegar a ellos vía terrestre es casi imposible por lo que la asistencia debe ser exclusivamente aérea.

Según el funcionario, en los campamentos ubicados a los costados de la ruta provincial 54 en la zona de El Rosado continúan evacuadas unas 600 personas que fueron rescatadas por el Plan de Emergencia de la Provincia pero que a ese número hay que sumar la gran cantidad de autoevacuados.

Algunos ya comenzaron a volver a sus hogares pero el problema es que muchas zonas han quedado tapadas por el barro e infectadas por el paso del agua y la presencia de insectos que hacen potencialmente peligrosa la aparición de enfermedades.

Es por ello que Protección Civil ha comenzado una campaña de desinfección de los animales que murieron por la inundación de manera de reducir los riesgos para quienes deseen volver a instalarse en esos lugares.

Álvarez señaló que la provisión de agua y mercadería para los afectados prexiste de forma continua, intentando sortear los inconvenientes de los caminos y la enorme necesidad y cantidad de reclamos que reciben por parte de los afectados que, además, viven en condiciones de extrema pobreza.