¿Cómo falsificó Reynoso la indagatoria de Delfín Castedo?

La nueva causa revela resoluciones increíbles del ex juez Federal de Orán con la que eximió de prisión al narco cuando estaba prófugo.

10 Nov 2016
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Raúl Reynoso sumó una nueva causa en su contra. En este caso está imputado de falsificar, a cambio de dinero, una declaración indagatoria del imputado por narcotráfico Delfín Castedo, a quien eximió de prisión cuando estaba prófugo y con orden de captura internacional, amparándose en ese falso documento.

De esta manera, Reynoso no solo está detenido e imputado por liderar una asociación ilícita que beneficiaba a detenidos por narcotráfico a cambio de bienes, sino que ahora está imputado  por cohecho pasivo, prevaricato y falsificación de documento público.

Una historia de resoluciones increíbles

El 28 de febrero de 2007, Reynoso ordenó la detención y la captura nacional e internacional de Castedo en el marco de una causa por tráfico de estupefacientes, que a esa altura llevaba casi un año de trámite. En la orden, el entonces juez puso de relieve que Castedo estaba además imputado en el fuero ordinario por el crimen de Liliana Ledesma.

El 29 de mayo de mayo de 2008, el entonces abogado de Castedo, Aldo Primucci, pidió la eximición de prisión. Ocho días después Reynoso concedió el pedido en una llamativa resolución que dio cuenta de que se le imputaban a Castedo los delitos de asociación ilícita, encubrimiento y lavado de activos.

Señaló que "si bien es cierto que se encuentra prófugo con pedido de captura nacional e internacional, sin habérsele recepcionado la pertinente declaración indagatoria en autos y que no fijó domicilio legal en su presentación", la "actitud" de presentar el pedido de eximición de prisión "nos da una clara y determinada voluntad de ponerse a disposición de la justicia".

A instancias de la Fiscalía, aquella bochornosa resolución fue revocada por la Cámara Federal de Salta el 11 de septiembre de 2008 y, de esa forma, quedó vigente la orden de captura.

Reynoso dejó pasar nuevamente el tiempo. El 28 de febrero de 2013, más de cuatro años después, declaró en rebeldía a Castedo. Casi siete meses más tarde, el 4 de septiembre, un nuevo abogado defensor -el ahora imputado- presentó otro pedido de eximición de prisión, que nuevamente Reynoso le concedió el 4 de noviembre, pese a estar vigente la orden de la Cámara que, a esa altura, tenía más de cinco años de antigüedad.

El fiscal federal de Orán, José Luis Bruno, pidió entonces el 3 de diciembre de 2013 que se cite a Castedo a prestar declaración indagatoria, acto que aún no se había producido.

El juez no llegó a convocarlo. Quedó asentado falsamente en la causa (según los fiscales) que el 5 de diciembre de 2013 Castedo se presentó espontáneamente a la declaración indagatoria, negándose a declarar, en un acto del que participaron el juez, la secretaria Reynoso Sosa y su abogado.

Reynoso le concedió dos pedidos de eximición de prisión al prófugo, pese a que la Cámara Federal de Salta había sostenido la orden de captura.

Recién casi un año después, el 26 de noviembre de 2014, Reynoso resolvió la situación procesal de Castedo en base a la falsa declaración indagatoria. Lo procesó como autor material del "delito de asociación ilícita en carácter de miembro en concurso real con encubrimiento calificado de lavado de activo de origen delictivo" y dispuso mantener su estado de libertad.


Le impuso para eso la obligación de presentarse del 1 al 5 de cada mes ante "la Delegación de la Policía Federal Argentina de la Capital Federal", una dependencia inexistente, según lo publicado por el sitio fiscales.gob.

Durante cinco años, el ex juez federal de Orán omitió llamar a indagatoria al sospechoso. Tras un reclamo del fiscal para que lo citen, en el expediente se constató falsamente que el imputado se presentó de forma espontánea.

La teoría de los fiscales

En su presentación, los fiscales Eduardo Villalba (Salta) y Diego Iglesias (Procunar), "todo esto deja en evidencia que Reynoso sistemáticamente ha dictado resoluciones apartándose de las constancias de las causas y motivado por cuestiones evidentemente ajenas a las que se ventilan en el expediente judicial, para lo cual debió valerse de los distintos actores que forman parte de la organización criminal que lideraba", indicaron los fiscales al evaluar este nuevo hecho.

"Más que una exigencia de dádiva de tipo extorsiva intermediada por alguno de los abogados conocidos hasta el momento o por el empleado judicial (Miguel Ángel) Saavedra, se advierte aquí una maniobra más bien de 'negociación' o 'consenso' entre el ex magistrado y el imputado", concluyeron.

En efecto, los fiscales describieron que Castedo "no resulta un imputado más" pues se lo acusa de "liderar una de las estructuras de mayor envergadura de nuestro país y de mayor antigüedad" y de ser el "autor intelectual de un homicidio encargado para acallar a una mujer que se atrevió a denunciarlo públicamente".

"Frente a Castedo, la figura de poder de Reynoso no era desproporcionada como en los otros casos que justificaron su sometimiento a proceso. El ex juez federal de Orán, mediante su ilícito accionar podía intimidar a otro perfil de imputados", indicaron Villalba e Iglesias, y en ese sentido aseveraron que en esta causa confluyeron "dos pesos pesados".

Por ello, explicaron los representantes del Ministerio Público Fiscal, para esta maniobra fue necesario recurrir a un abogado que no pertenece al fuero salteño, y a la secretaria Reynoso Sosa, "único miembro de la organización que podía oficiar como fedataria del acto de falsedad al que tuvo que recurrir", pues "ningún otro secretario del tribunal hubiera consentido en fedatar una audiencia inexistente".

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