Carnaval, albahaca y fiesta en la primera noche de la Serenata

Actuaron Abel Pintos, Mariana Cayón, Los Izkierdos de la Cueva, Gabriel Morales y otros.

24 Feb 2017

La primera noche de la Serenata a Cafayate fue una fiesta. Despidiendo el jueves de comadres y arrancando el fin de semana de carnaval, no faltó harina y albahaca, tampoco el lanzanieve y muchos terminaron pintados con tempera. Además, los artistas desde el escenario fomentaron la celebración que se vivía en el predio con un repertorio bien carnavalero.

A las 21.30, un estallido de fuegos artificiales marcó el comienzo de la Serenata a Cafayate, que todos los años se realiza en el predio de la Bodega Encantada, y el tradicional grito “Alegrate Cafayate” dio pie a los aplausos que recibieron a los primeros números artístico de la noche.

En la primera parte del festival actuó el ballet cafayateño Herencia y Tradición, y los conjuntos Cafayate Canto, Juana García, Andares, Mily Fernández, Eusebio Lecuona, Ruth y Oscar y Ecos de mi Tierra. Luego siguieron Severo Baez y los bagualeros, Noe Aybar y Mauricio Tiberi.

Una de las sorpresas de la noche fue la aerofonista Mariana Cayón, quién presentó a su nueva banda de músicos y entregó una propuesta renovada. “Estuve un tiempo alejada de los escenarios y ahora retomé mi carrera. Le dimos una intención más fresca y distinta. Todos los temas tienen una vuelta de rosca. Sentí la necesidad de parar y tomarme un tiempo porque tenía la sensación de que no estaba entregando todo. Necesitaba que las cosas sean diferentes. Es un desafío, para mí es un cambio importante y espero que al público le guste”, le contó a LA GACETA durante la previa de su show.

Y como dicen que los silencios también son momentos de introspección, de tomar impulso y volver a salir, Mariana Cayón resurgió con mucha más fuerza. En su nueva propuesta se sigue destacando el sonido natural de su quena y aunque la estructura musical es la misma tiene más efectos sonoros en especial en el piano y el bajo.

Durante el show, Mariana ejecutó su clásico repertorio andino con una impronta más eléctrica, convirtió en bossa nova al tango “Naranjo en flor” y ejecutó una chacarera y una guaracha santiagueña. Además cantó un bailecito que compuso para su mamá.

A la vientista le siguió otra artista cafayateña: la bailarina Paula Polo, con una perfomance de danza contemporánea fusionada con folclore que habló sobre la violencia de género y que en el final se convirtió en un grito de liberación a la mujer.

Luego fue el turno de Abel Pintos, quién cantó durante casi dos horas y fue el más ovacionado de la noche. Para el final de la primera noche de la Serenata a Cafayate, la fiesta siguió con Crisol Folk, Pregoneros, Gabriel Morales y Los Izkierdos de la Cueva.

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