“Estamos en una zona sísmica y tenemos que estar preparados”

A las 1.21 un fuerte sismo sacudió Salta Esto genera algunos interrogantes entre los salteños, en especial en aquellos que vivieron grandes temblores en la provincia. ¿Cuán preparados estamos para afrontar un fenómeno de esta naturaleza?

El geólogo e investigador independiente del Conicet, Fernando Hongn, dijo a LA GACETA: “estamos en una zona sísmica y tenemos que estar preparados por más que pasen muchos años sin que pase nada; hay que tomar conciencia sin generar pánico”.

Recordó que el último gran terremoto que hubo en la provincia fue el que sucedió el 13 de septiembre de 1692, cuando se destruyó el pueblo de Esteco, se produjeron derrumbes y agrietamientos en las construcciones. En ese momento se reportaron 11 muertos y el sismo superó  los 7 grados de magnitud en la escala de Richter. “De 7 para arriba son lo que se llaman sismos destructivos o megasismos”, dijo. Pero su poder destructivo también tiene que ver en dónde ocurre el movimiento telúrico, qué profundidad y cómo es el entorno en el que se produce.

Un terremoto de magnitud 6,1 sacudió la costa este de Japón

“En Salta, por ejemplo, hay sismos muy profundos, de 500 o 600 km, y tienen magnitudes de 6 y 7, pero ni los sentimos porque no llegan esas energías, que se expresan a través de las ondas, hasta la superficie”, explicó y ejemplificó con los constantes movimientos sísmicos que ocurren en la Puna, pero por su profundidad son imperceptibles para los salteños.  

La perceptibilidad y su grado de destrucción también dependen del tipo de suelo de las ciudades, según detalló Hongn. “En una ciudad con suelo firme va hacer menos daño que una ciudad que tiene suelos con proceso de licuefacción, o sea suelos que cuando vibran se comportan como un líquido y ahí se caen edificios”, agregó.

En cuanto a Salta respecta, el geólogo dijo: “desde el punto de vista de los suelos, la ciudad no tiene demasiados  problemas, pero sí tiene problema en tanto que más del 50% de las construcciones no cumple con normas antisísmicas”.  El último dato fue en base al informe que el año pasado dio a conocer la Sociedad de Arquitectos de la provincia.

Considerando esta realidad en la capital salteña, se preguntó cuánto en el interior se llega a  cumplir con esta normativa. En respuesta a esto, recordó y ejemplificó con el fuerte temblor que ocurrió hace dos años en El Galpón, donde los derrumbes en la escuela del pueblo no provocaron una tragedia mayor dado que sucedieron un sábado, y los niños y docentes no concurrían a clases.  

Hongn dijo que nadie puede predecir cuándo puede ocurrir un terremoto, pero dados los antecedentes en necesario prevenir. Cuestionó en este último punto la falta de decisión política y concientización en la provincia. “Hay que hacer una tarea muy fuerte de educación para que la gente entienda por qué estamos en una zona sísmica, que si bien no es como la de Chile o como el borde de las placas en Japón, sí pueden ocurrir terremotos destructivos, como de hecho ya ocurrieron”, apuntó.