Fotos: mirá cómo vivía rodeado de lujos un narco salteño en Cerrillos

Era el líder de la banda desarticulada días atrás en el operativo “Vale Blanco”.

02 Ago 2018
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FOTO FISCALES PENALES

Oriundo de General Güemes, Carlos Vilte supo formar una organización criminal que, de manera aceitada, llenaba de droga diferentes varios a lo largo y ancho de la ciudad de Salta. Su ganancia fue millonaria, a tal punto que llevaba una vida de lujos en su casa de Cerrillos.

El 17 de julio pasado, en el marco de una serie de procedimientos, Vilte cayó detenido en un control de ruta en Río Las Pavas, cuando se dirigía a Salta en un automóvil VW Gol color blanco con ocho kilos de cocaína. El operativo “Valle Blanco” se concretó semanas atrás y hace pocos días, la Ufinar (Fiscalía provincial especializada en narcocriminalidad), dio a conocer los resultados de la investigación que nació a base de denuncias anónimas.

La droga debía ser entregada a un intermediario, quien luego la redistribuía entre pequeños vendedores de diferentes puntos de la ciudad. Es por eso que se hicieron 10 allanamientos en viviendas en el Valle de Sianca, General Güemes, en el Valle de Lerma como Cerrillos, como así también en la zona sur y sureste de la ciudad de Salta, en barrios como Solidaridad y Limache.

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Vilte ya había caído antes en un procedimiento de drogas hace unos años, hecho por el cual le hicieron una causa por tenencias simple de estupefacientes.

Lujos y excenticidades

La vida de Vilte es una más de aquellas que parecen salidas de películas de narcotraficantes. Residía en un lujoso chalet en Cerrillos, con cancha de futbol 5 y jacuzzi, se movía en un Toyota Corolla y una camioneta. Además, tenía perros de raza, entre otros excesos.

La droga que le secuestraron a Vilte habría costado un poco más de un millón de pesos que esperaba triplicar con la venta al por menor con el trabajo de la organización que había montado con intermediarios y vendedores directos de la pasta base.

La propiedad en el que vivía con su novia está ubicada en la calle Arturo Escudero al 100 de Cerrillos, cuenta con una dimensión de 20 por 80 metros y tenía en el frente tres vehículos: un automóvil Toyota Corolla, una camioneta Ford, doble cabina y el VW Gol en el que fue detenido cuando llevaban los 8 kilos de cocaína y una suma de más de 100 mil pesos.

Al allanar esta vivienda, la que en el fondo tiene una cancha de fútbol 5, se encontraron dos perros raza Bulldog Inglés, cuyo valor supera los 30 mil pesos. La habitación principal tenía un baño con jacuzzi, guardarropas en cada dormitorio, salas provistas de electrodomésticos de primera calidad y artículos electrónicos, entre otros lujos.

La banda

El auto en el que fue detenido Vilte, se sospecha que fue comprado y puesto a nombre de su novia, Glenda Priscila Cejas, una joven oriunda de Tucumán que también era parte de la organización. El día que lo detuvieron, Vilte viajaba con Cejas.

La denuncia que inició la investigación provino de una persona anónima que dio datos respecto a un tal “Juancito”, quien vendía droga en la etapa 6 de barrio Limache. Los policías pudieron establecer que efectivamente el sujeto identificado como Juan José Aragón, se dedicaba a la venta de envoltorios de pasta base, droga que a su vez adquiría de otro sujeto, intermediario con Vilte.

Aragón y su novia, Verónica Cecilia Figueroa, realizaban la venta directa de la droga, la que recibían y fraccionaban. Según surge del decreto de imputación penal iniciado en contra de Vilte y el resto de esta organización, el intermediario era Alberto Omar Rodríguez, quien residía en barrio 20 de Junio.

Cuando Vilte y Cejas fueron detenidos, casualmente llevaban una carga de más de 8 kilos de cocaína, la cual iba a terminar en manos de Rodríguez, quien tenía ya previsto distribuir esa mercancía entre Aragón y otros dos vendedores directos.

Los otros implicados fueron identificados como Carlos Javier García y Rodolfo Ruiz, detenidos en sus respectivas viviendas en Villa Lavalle y barrio Santa Cecilia, donde la policía secuestro droga, elementos para el fraccionamiento de la sustancia, dinero y teléfonos celulares.

A partir de estas pruebas y otras reunidas a lo largo de la investigación, el fiscal imputó a Vilte, Cejas, Rodríguez, Aragón, Figueroa, García y Ruiz los delitos de “comercialización de estupefacientes agravada por la participación de más de tres personas en forma organizada”.


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