Una banda de “sicarios” va a juicio

Mataron a un hombre; otro sobrevivió, pese a recibir seis disparos.

04 Dic 2018
1

Raúl Ricardo “Coya” Rojas está acusado de encargar los crímenes, desde la cárcel.

En mayo de 2017, un crimen y un intento de asesinato conmovieron a Orán. La investigación concluyó, después, que  los hechos vinculados al narcotráfico la obra había sido obra de un grupo de sicarios y que, quien había realizado los encargos estaba en la cárcel. Ahora comienzA el juicio.  

Raúl Ricardo “Coya” Rojas está acusado de encargar los crímenes, desde la cárcel. Los ejecutores, que también se sentarán en el banquillo de los acusados son: Norberto Mendoza y José Castillo, mientras que Enzo Quiroga, Matías Sarmiento, Daniel Liborio y Alejandra Núñez.

Tras una intensa investigación, las fiscales penales 1 y 2 de la ciudad de Orán, Alda Daniela Murúa y Mariana Torres, quienes conformaron un equipo de trabajo frente a estos graves hechos (modalidad que es criterio de la Procuración General ante hechos de alta complejidad) pidieron en los últimos días el enjuiciamiento de siete imputados por el asesinato de Raúl Fernando Martínez y la tentativa de homicidio de Ricardo Adrián Gerónimo.

Cabe recordar que Ricardo Adrián Gerónimo recibió seis disparos y lo dieron por muerto, aunque sobrevivió.

En su requerimiento, las fiscales presentaron una extensa carga probatoria, compuesta en su mayoría por declaraciones testimoniales, pericias técnicas y escuchas telefónicas, elementos que llevaron a las representantes del Ministerio Público a solicitar al Juzgado de Garantías 2 de esa ciudad, que se eleve el caso al Tribunal de Juicio para el correspondiente debate.

Asimismo, se insistió con el pedido de detención de  Cristián Gabriel Palavecino y de Nicolás López, ambos involucrados en los hechos como intermediarios y colaboradores.

El Hecho

La investigación llevó a los fiscales a esta hipótesis: el autor intelectual de ambos hechos graves fue Raúl Ricardo Rojas, el que a raíz de un “mexicaneo” (robo de droga entre bandas)  tomó contacto estando privado de su libertad, con otro detenido, Enzo Javier Quiroga, el que se comunicaba con un teléfono celular con Norberto Mendoza, quien actuó como ejecutor de lo que pidió Rojas en  primera instancia: el homicidio de Ricardo Adrián Gerónimo (quien sobrevivió a seis disparos).

Los fiscales sostienen que para llegar a esta instancia, aparte de Quiroga, se contó con la participación necesaria de Daniela Liborio, pareja de Quiroga, quien aportó logística y sirvió de nexo con Mendoza, y también la de Matías Francisco Sarmiento, el que consiguió y aportó municiones calibre 9 mm a Mendoza.

Respecto al hecho en perjuicio de Martínez, las fiscales entendieron que este crimen “también fue pensado por Rojas, y luego de discutir con un tal Gringo (Palavecino con pedido de captura) por el atentado fallido -el de Gerónimo-, se acordó contratar sicarios tucumanos, surgiendo en la escena José Martín Castillo, el que fue el ejecutor de Raúl Fernando Martínez, al que disparó en varias ocasiones a una corta distancia…. Para la consecución de este hecho, Rojas tomó contacto con Alejandra Beatriz Núñez, quien sirvió de nexo y colaboró activamente consiguiendo y aportando la motocicleta marca Honda Wave, 110 cc, en la que se desplazó Castillo al momento de la realización del hecho”.

Homicidio de Martínez

Se registró el 6 de mayo de 2017 a las 21.50, cinco días después del ataque en perjuicio de Gerónimo, en la avenida Esquiú y Alvarado, donde la Policía encontró sin vida el cuerpo de Martínez con heridas en el cuello y torso. En el lugar, se levantaron 6 vainas servidas calibre 9 mm.

A pocos metros, casi en diagonal, se encontraba estacionada una camioneta Toyota Hilux de color beige, con las luces de posición encendidas, estableciéndose que momentos antes la víctima llegó a comprar en un puesto de comidas con su pareja y la hija de ambos, la que permaneció en el vehículo. El reporte de la autopsia, indicó que el deceso de Martínez se produjo por “shock por hemorragia externa e interna por lesión de arma de fuego”.

Se pudo determinar que el cadáver presentaba seis orificios de entrada localizado en cuello, tórax y región lumbar. Se constató lesiones en piezas dentarias de boca, desgarro de faringe, contusiones y desgarro de pulmones, fractura costal, lesión en arteria aorta, desgarro hepático, desgarro en riñón derecho. Neumotórax bilateral y hemorragia retroperitoneal.  También se extrajo proyectil de tercio superior de brazo derecho y no se constataron signos de defensa.

Según testigos del hecho, se pudo establecer que Martínez se bajó de su camioneta junto a su pareja y se dirigió hacia un carrito choripanero, donde luego de hacer un pedido se sentó a esperar su orden. De repente, llegó una motocicleta 110 cilindradas, de la cual descendió un sujeto y su cómplice quedó al volante.

El criminal que bajó se acercó y directamente apuntó a Martínez, a quien le efectuó varios disparos, mientras la mujer de la víctima le arrojó una silla para que el sicario dejara de disparar. Tras consumar su cometido, el ejecutor subió a la motocicleta y se dio a la fuga al Norte por avenida Esquiú.


En Esta Nota

Salta Orán Mendoza
Comentarios