Caso Cintia Fernández: describen a Condorí como narcisista, celotípico y de poca empatía

El ex policía Mario Federico Condorí, el único imputado por el homicidio de Cintia Fernández, fue descripto hoy como narcisista, celotípico y con poca empatía, rasgos que resultan compatibles con el hecho investigado, según los profesionales que le realizaron las pericias psiquiátricas.

En la séptima audiencia del juicio que se realiza en su contra, declararon los psicólogos y psiquiatras que analizaron al acusado.

El primero en dar su testimonio fue Gustavo Vacaflores, quien señaló que durante la entrevista no se detectaron patologías mentales en el imputado. Pero sí observó una personalidad con rasgos narcisistas, caracterizada por la autorreferencialidad y la tendencia a destacarse ante los demás. Indicó además que las personas narcisistas son bastante egocéntricas y tienen poca empatía, es decir, escasa capacidad para ponerse en el lugar del otro.

La pericia señaló también que no existían elementos para determinar simulación en el imputado, pero sí se detectaron elementos para determinar ocultamiento, aspecto asociado quizás a su entrenamiento policial en tareas de inteligencia.

El celotípico se convierte en controlador y el hecho de sentirse desplazado puede desencadenar en él reacciones violentas.

El testigo agregó que se advirtieron en Condorí conductas celotípicas. Esta característica, en exceso, puede resultar patológica. Precisó que el celotípico se convierte en controlador y que el hecho de sentirse desplazado puede desencadenar en él reacciones violentas.

En el informe se especificó además que, al momento de la entrevista, el acusado presentó una evocación plana e indiferente frente al recuerdo de la víctima, sin rasgos de emotividad.

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La mujer, según el acusado

El concepto de mujer que tiene Condorí, según la pericia, “es un objeto a conquistar y con el cual no se vincula ni se involucra afectivamente”.

Por su parte, Luis Vilá, médico psiquiatra del Servicio Médico Forense del Poder Judicial, declaró que examinó al imputado en dos oportunidades. Señaló que, en el primer examen (5 de julio de 2011), no detectó en el acusado patologías mentales ni indicadores de peligrosidad para sí mismo o para terceros. Con respecto al informe pericial realizado en junta médica, precisó que se realizó aunando criterios y bajo consenso.

Cómo era la víctima

El tribunal también escuchó hoy la declaración de Viviana Guijarro Cárdenas, psicóloga de la Fiscalía de Violencia de Género 1, quien señaló que se encontraron indicadores de vulnerabilidad en la víctima, los que pudieron hacer descender su nivel de alarma.

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Agregó que en fechas cercanas a la muerte de Cintia, se percibieron señales de estrés que pudieron obedecer a factores como su situación académica (estaba próxima a recibirse) y expectativas laborales. La testigo afirmó que no había elementos que hicieran presumir un perfil depresivo en la joven. Dijo que se la percibía como una persona con funcionamiento vital y con capacidad para pedir ayuda y no quedarse sumida en la angustia.

Con referencia a las prácticas sexuales de la víctima, la profesional indicó que no se observaron a lo largo de las actuaciones indicadores acerca de la práctica de la hipoxifilia o de otras formas riesgosas de búsqueda de satisfacción.

Juicio esperado

Por último, los jueces confirmaron que las declaraciones testimoniales se extenderán hasta el 30 de mayo y que los alegatos se producirán el 6 de junio.

Cabe recordar  que en la noche del 3 de mayo de 2011, Cintia Vanesa Fernández fue encontrada sin vida por su madre, en su departamento de Parque La Vega. La joven falleció por asfixia por sofocación. El informe médico estableció que la víctima presentaba traumatismo de cráneo con hemorragia intracreaneana. Además presentaba otras lesiones compatibles con golpes. Las pericias determinaron que la víctima habría fallecido el 28 de abril de 2011.

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