Juzgan a la monja que denunció al cura Rosa Torino por abuso sexual

La ex religiosa Valeria Vanesa Zarza está imputada por el mismo delito que ella denunció ser víctima. Hoy declararon ella y la damnificada.

01 Nov 2019
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Comenzó el juicio a Valeria Vanesa Zarza, la exmonja que fue acusada de abuso sexual en perjuicio de una menor de edad A.M. M. S.

Se trata de la monja, que antes de ser acusada por este caso (en julio de 2017), denunció en 2016 al sacerdote Agustín Rosa Torino por el mismo delito y acompañó a otras víctimas que también señalaron al cura como abusador. El religioso de la Parroquia de la Santa Cruz y fundador del Instituto Religioso Discípulos de Jesús de San Juan Bautista está acusado desde 2015 por tres víctimas de abuso sexual; fue detenido por un breve periodo y hoy tiene prisión domiciliaria, sin fecha de juicio.

En la audiencia de hoy, Zarza negó rotundamente los hechos por los cuales se la denuncia. Sostuvo que jamás estableció una relación de confianza con la madre de la víctima como para que la deje a su cargo. Dijo que no podía moverse de la parroquia sin pedir autorización a sus superiores y que nunca llevó a la víctima (menor de edad al momento de los hechos) a los baños públicos de la iglesia.

También negó haberle hecho regalos personales porque tenía votos de pobreza y debía entregar a la congregación todo lo que recibía de los feligreses. Dijo que, por sus actividades, no estaba casi nunca en la parroquia. Refirió además que había cámaras en el templo y que, si alguna de las monjas se demoraba demasiado en hacer su tarea, la mandaban a llamar. En la iglesia la conocían como “hermana Magdalena”.

Luego declaró la damnificada, quien actualmente tiene 20 años. La joven relató que los abusos por parte de Zarza comenzaron cuando ella tenía alrededor de cinco años. Dijo que en esa época también sufría abusos y maltrato por parte de su padrastro y que la exmonja era la persona con la que ella hablaba de esta situación. Zarza le aconsejaba que no dijera nada y que esté tranquila porque ella la iba a cuidar, según declaró, y afirmó que los abusos de la religiosa no eran como los de su padrastro ya que “ella era más sutil”.

A. M. M. S. contó que su mamá la llevaba a la parroquia con frecuencia porque un tío era cura en esa congregación. A raíz de eso entablaron contacto con las monjas y con Zarza en particular.

“Mi mamá me dejaba al cuidado de ella. Yo le decía tía Magda. Mi padrastro no me dejaba tener amistades. Zarza era la persona con la que yo hablaba”, manifestó la denunciante.

Acerca de los abusos, la joven aseguró que los tocamientos ocurrieron en Lumbreras, en una oportunidad que Zarza la llevó de viaje a ese lugar. Y los otros hechos se dieron en los baños públicos y en un salón multiuso de la parroquia. En todas las oportunidades ambas estuvieron solas.

 “Ella me tocaba con el pretexto de higienizarme bien. Me decía que me quería cuidar porque me tenía cariño”, añadió. La denunciante sostuvo que la última vez que ocurrió ella tenía 8 o diez años. Luego no la volvió a ver por mucho tiempo porque Zarza se fue de viaje. A los 11 años, la encontró de nuevo en la parroquia pero su trato hacia ella ya no era el mismo: “Me ignoraba. Pensé que yo había hecho algo mal –dijo-. Al poco tiempo nos fuimos a vivir a otra provincia”.


Sobre los motivos que la llevaron a radicar la denuncia, A. M. M. S. contó que en diciembre de 2016 estaba con su novio en casa de unos amigos y en la televisión comenzaron a pasar una entrevista a Zarza. Dijo no recordar bien qué es lo que la exmonja dijo en esa oportunidad, pero ella se puso a llorar. Luego comprendió que, al escucharla, revivió los abusos que había sufrido en su infancia. Explicó que su pareja le sugirió que hiciera la denuncia para cerrar ese ciclo. En ese momento tenía 18 años de edad.

En la entrevista mencionada, Zarza denunciaba públicamente presuntos abusos sufridos por ella a manos del padre Agustín Rosa, fundador del Instituto Religioso Discípulos de Jesús de San Juan Bautista.

Acerca de la relación entre su tío cura y el padre Rosa, A. M. M. S. afirmó que ambos eran amigos. Además, su tío era de los sacerdotes más antiguos, añadió.

El juicio está a cargo del juez Javier Aranibar. Por el Ministerio Público interviene el fiscal penal 1 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Sergio Federico Obeid. La defensa de la imputada está en manos de Marta López, de la UDP 2. El debate se extenderá hasta el 6 de noviembre.

Manifestación de apoyo

La red de sobrevivientes de abusos eclesiásticos de Salta manifestaron su solidaridad para con Valeria Zarza a través de un comunicado:




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