La tensión política entre Romero y Sáenz crece y se evidencia en el Concejo

La problemática desencadenada en el área de Transito no hizo más que demostrar este quiebre político. A esto se sumó a la conformación de un espacio opositor en el cuerpo deliberativo.

29 May 2020
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Imagen de archivo. LA GACETA

La cuarentena provocada por el coronavirus obligó a la dirigencia política a pensar medidas para revertir el impacto negativo de la pandemia y cambió las prioridades que las gestiones se habían trazado para este año. Pero en Salta, los políticos también tienen tiempo para diferenciarse y dejar en evidencia posturas que parecen insalvables a meses de haber compartido el mismo frente electoral en las elecciones.

La semana comenzó con un fuerte reclamo de los trabajadores de Movilidad Ciudadana que denunciaron sentirse desplazados por un memorandun en el que el Ejecutivo no los habilita a realizar multas a los conductores de la ciudad. Por esta medida se facultó a la Policía de Seguridad Vial a controlar el tránsito.

Este conflicto, por el cual un trabajador municipal también amenazó con quitarse la vida, generó nueva rispideces entre funcionarios, gremios y ediles.

En el Concejo Deliberante el quiebre político ya no se oculta y los representantes vecinales remarcan insistentemente que el diálogo con el Ejecutivo resulta imposible. Incluso, el último miércoles aprobaron la modificación de una ordenanza para incrementar el valor de las multas que se pueden aplicar a los funcionarios que no respondan los informes solicitados por el Concejo.

Este espacio, conformado en su mayoría por concejales que llegaron al recinto impulsando la candidatura de la actual jefa comunal, quedó constituido hace una semana con un nombre un tanto sugestivo: Identidad Salteña. El partido político que le sirvió de plataforma a Gustavo Sáenz para llegar a la gobernación tiene el mismo nombre.

La concejala Paula Benavides aseguró que “el diálogo es muy complicado con el Ejecutivo” y muchos funcionarios no responden solicitudes o faltan a las reuniones a los que se las convoca. Sin embargo señaló que el interbloque creado “tiene vocación de diálogo” y su principal función es analizar cuestiones previas a la sesiones.

En diálogo con LA GACETA César Álvarez bajó el tono de esa decisión tomada por los concejales y sostuvo que la actitud responde a un cuadro de época. “Hay movilidad política y se van expresando en función de las nuevas formas que tienen”, expresó el funcionario y remarcó que años atrás “los partidos tradicionales tenían un programa de gobierno, con límites, elementos ideológicos y que permitían prever ciertos comportamientos, pero eso no existe más”.

En relación a esto, el coordinador de las relaciones institucionales con el Concejo Deliberante y la comunidad remarcó que entre los ediles observa una “enorme movilidad” política  y con eso deben gobernar.

Álvarez también defendió la gestión de Bettina Romero y sostuvo que la intendenta mantiene los objetivos que se había planteado en la campaña. “En medio de la pandemia ella puso el foco en darle de comer a miles de vecinos que hoy no pueden, potenció la venta en los barrios y el trabajo de las ferias barriales. Nos tendremos que acostumbrar a tener estos tipos de mensajes, pero entiendan que la gente nos mira”, enfatizó.

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