¿Cómo combaten en Salta la “lluvia de cocaína”?

Los narcotrafiantes tiran los cargamentos en zonas de cultivo. Los que buscan el paquete se guían por GPS y teléfono celular. ¿De qué forma se las ingenia gendarmería sin radares?

27 Nov 2014
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FOTO LA GACETA

E juez federal Julio Leonardo Bavio dijo en un informe ante la Cámara Federal de Apelaciones de la provincia, que en Salta llueve cocaína, haciendo alusión a los vuelos clandestinos del narcotráfico. El tribunal pidió, entonces, la urgente instalación de radares y la Corte Suprema de la Nación trasladó la solicitud al Ministerio de Seguridad. Mientras tanto, la gendarmería desarrolló un rústico sistema para combatir la lluvia de cocaína.

¿Cómo se combates los vuelos narcos sin radares?

El último bastión de la lucha contra los vuelos narcos son “los huelleros”, hombres vestidos de civil, armados con pistolas y cuchillos que, según Infobae, básicamente van por el monte buscando huellas en la tierra y mirando hacia el cielo, por si tienen la suerte de ver pasar una avioneta.

Los narcotraficantes operan así: avionetas parten desde pistas clandestinas ubicadas en Bolivia, bajan siguiendo el cauce del Río Grande de Tarija para pasar por Aguas Blancas en el departamento Orán. De ahí continúan hacia el departamento de Anta, donde arrojan bultos con cocaína en vuelos rasantes a no menos de 15 metros de altura.

Los paquetes son seguidos por GPS y teléfonos satelitales, que permiten conocer la localización exacta a quienes esperan la cocaína.

El comandante principal Rubén Carlos Yavorski, jefe del Escuadrón 52 de la Gendarmería de Tartagal, declaró a este diario porteño que el auge de los vuelos clandestinos tiene relación con que a los narcos se les complica la ruta terrestre.

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