Familia Peñalva: “nunca perdimos la cordura, ahora nos remitimos a las pruebas”

Dados a conocer los nuevos indicios que refutan la idea del doble suicidio de Yanina Nüesh y Luján Peñalva, crecen las expectativas de que se reabra la causa que aun conmueve a los salteños.

27 Dic 2017
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Más de cinco años pasaron de aquel día en el que dos familias salteñas perdieron a sus hijas, dos jóvenes amigas que fueron encontradas colgadas de la rama de un árbol, cerca del barrio San Carlos en el que se conocieron y crecieron. Pasado este tiempo y después de archivarse el caso, tras resolverse que la causa de las muertes de Luján Peñalva y Yanina Nüesh fue un “pacto suicida”, los resultados de una investigación privada refutan esa idea y aportan nuevas pruebas, las que indican un abuso sexual, un crimen y hasta señalan a un responsable de este hecho que conmocionó a Salta y tuvo trascendencia nacional.     

A cinco años de aquella dolorosa noticia, la familia Peñalva espera que se reabra la causa y la Justicia salteña investigue. En base al informe de peritos de Estados Unidos y Argentina, Los Peñalva tienen fe y todas las expectativas en que esto suceda.    

“¿Qué esperamos ahora de la justicia? Esperamos que actúe independientemente y no como hace cinco años. Esperamos que no haya un Pablo Farah o un Pablo Arancibia, que ni siquiera les digo jueces, tienen un título pero no lo son. No queremos más de esos. Queremos una justicia genuina. Creo que lo mínimo que merecemos después de padecer cinco años de corrupción es que se reabra la causa y se investigue. Que se meta en la cárcel a los psicópatas que están sueltos”, dijo, en diálogo con LA GACETA, la tía de Luján, Marisa Peñalva, quien siempre se mantuvo visible durante este tiempo junto a su hermano Gustavo, papá de la joven víctima, para que el caso no pase al olvido.

Pero ambos no están solos. Toda la familia se unió para sostenerse y para buscar las respuestas a una pregunta que la hipótesis del suicidio nunca les respondió. “No hemos sido solo mi hermano y yo solos, detrás están mis otros hermanos, la mamá de Luján, el hermano de Luján”, contó. A lo que se sumaron numerosos salteños que a través de las redes sociales le manifestaron su apoyo. “Hubo mucha gente que se ha acercado, que manda mensajitos dando fuerza, que nos dijeron que siempre supieron que fue un engaño; cada uno de esos mensajitos dicen un montón y nos dan mucha fuerza”, agregó.


Ayer, el abogado de la familia Pedro García Castiella, el papá de Luján y el perito de parte Carlos Párraga ofrecieron una conferencia de prensa, en la que denunciaron varias irregularidades en la investigación de Justicia y detallaron los resultados a los que llegaron los investigadores de Estados Unidos y Salta. "Hubo falta de pericia, precipitaciones de decisiones, una gran mancha que tiene Luján que sube en lugar de bajar, no se tomaron el trabajo de determinar qué era. Una mancha de ADN masculino en el sweater de Yanina que no fueron estudiadas correctamente", dijo Castiella.

Como este dato, también informaron otros, los que indican que hubo violencia, un abuso sexual y de un crimen en la que participaron más de una persona.    

“Lo peor de todo es que  ellos (los jueces que archivaron la causa) lo saben desde el primer día, tienen nombre y apellido. Y nos querían hacer creer que los locos éramos nosotros, que no aceptábamos la verdad. Lógico, fue un shock. Fue durísimo aceptar la pérdida de Luján. Que vengan y te digan que a tu hija o tu hijo, que a tu sobrina o que a tu nieta la encontraron colgando de un árbol, no es fácil aceptar. Para nadie. Que esa sea la última imagen que hayamos tenido de Luján es muy duro, pero nunca estuvimos locos, nunca perdimos la cordura”, dijo Marisa, a lo que apuntó: “Ahora nos remitimos a las pruebas”.

Además de las pruebas, Marisa y su familia tienen amplias expectativas. “Pienso que se va reabrir la causa. Tengo fe de que la Justicia finalmente va hacer su trabajo; que va haber gente nueva, que no está contaminada. Porque el poder judicial está muy contaminado”, dijo.

Recordó el momento en el que se enteraron de la muerte de Luján y apuntó contra el gobernador Juan Manuel Urtubey, a quien señala como responsable de la impunidad en Salta y lo hizo público en cada oportunidad que pudo. Solo cabe recordar el día del casamiento del mandatario con Isabel Macedo, en la que Marisa con un cartel en mano protestó en la puerta de la casa de Finca Las Costas.  

Y cuando habla de contaminación apunta allí. “Urtubey estuvo en el lugar del hecho –recordó-; nunca escuché que el gobernador esté en ningún otro crimen. Él se apersonó ahí y su secretario de seguridad, en ese momento Eduardo Sylvester, le dijo que fue un suicidio. Y ahí se largó todo. Entonces, quién contradecía  a Urtubey. A partir de ahí fue una escena armada”, cuestionó.


También apuntó contra uno de los sospechosos que arrojó la investigación particular. “Todos lo conocemos, es la persona que siempre pensamos y no me sorprende porque tiene antecedentes”, manifestó. Se trataría del joven que por entonces salía con su sobrina.  

“Acá el patólogo confirma que Luján fue abusada sexualmente. Tiene moretones en la parte interna de los muslos, tiene lastimadas sus partes íntimas y el patólogo determinó que ha sido un abuso sexual y que no ha habido un relación consentida. Y en el ADN que se hizo en Salta en aquel momento, en las prendas de Luján está el ADN de Fredes (Ezequiel, el vecino y joven que salía con la víctima). O sea, vamos a dejar que la Justicia lo determine, pero hilando no tienen que pensarlo mucho”, sostuvo la tía, quien añade que el hombre no estuvo solo para perpetrar el crimen, basada en la investigación realizada en Norteamérica.

En este sentido, Marisa dijo sentirse bendecida por tener la posibilidad de recurrir a detectives de Estados Unidos. “Pero me da tanta tristeza en pensar de todos los casos que hay en Salta, de los que no sé hablan y de las familias que no pueden llegar más allá de lo que le dicen”.

Por último, recordó a su sobrina, a quien sueña y extraña. “Tuve un sueño muy vívido de que me besaba la frente y me decía ‘gracias, tía te quiero mucho’.  La recuerdo con su sonrisa, porque ella tenía tanta vida. Y esa era la evidencia mayor de que no fue un suicidio. Luján estaba llena de vida. A donde iba iluminaba, cantaba. No hay foto de ella que no esté con esa sonrisa gigante, llevándose el mundo por delante. Tenía muchas ganas de vivir, pero se la han cortado”.

“Nunca vamos a encontrar la justicia, porque justicia sería tenerla viva a Luján. Pero que sea justicia para que no haya más víctimas, para que lo que han cometido estos crímenes vayan presos y paguen lo que han hecho. Nunca más vamos a tener a Luján ni a Yanina, pero peleo por las dos”, concluyó.


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