Los policías detenidos por la muerte de Nahuel no habrían cumplido el protocolo de seguridad

Mientras se espera la declaración del cabo Juan Carlos Cardozo, quien habría disparado la 9 milímetros que acabó con la vida de Nahuel Salvatierra, desde la Policía indicaron que los efectivos no habrían actuado bajo el protocolo de seguridad establecido en la fuerza.

El sargento Emilio Gastón Aguilera Alanis decidió prestar declaración y dio su versión de los hechos que ocurrieron poco antes de las 22 del miércoles, en barrio Solidaridad. Dijo que se dirigían en la moto de Cardozo hacia sus lugares de trabajo -cercanos al lugar del incidente- y vieron el enfrentamiento entre jóvenes por lo que decidió bajarse de la moto e intentar disuadirlo. Sin embargo relató que fue atacado con piedras y buscó refugiarse. En ese momento escuchó un disparo de arma de fuego, pero indicó que no vio a su compañero efectuarlo ni ver a Nahuel caer al suelo.

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Lo que a priori complica la situación de los efectivos es que el conflicto que se estaba produciendo era menor, ya que se trataba solo de dos pequeños grupos de adolescentes del barrio que solo discutían: “ni siquiera era un disturbio de magnitud, no hay personas lesionadas en estos grupos”, indicó el fiscal.

La versión del Policía dista con la del amigo de Nahuel, familiares y vecinos de Solidaridad quienes aseguran que no hubo un enfrentamiento y que los jóvenes estaban sentados en la vereda de una casa y los efectivos les pidieron que se retiraron de mala manera y luego se escuchó el disparo.

Mientras continúa la investigación, LA GACETA consultó cómo es el protocolo de seguridad ante estos casos.

Desde el área de prensa de la Policía indicaron que el protocolo establece que los efectivos deben, primeramente, buscar mediante el diálogo disuadir un conflicto o manifestación en la vía pública. Cuando esto no es posible se debe dar aviso para solicitar refuerzos y buscar otras vías, sin hacer uso de la fuerza o autoridad policial. Hay situaciones donde los policías son superados en número y el conflicto no cesa. Entonces deben privilegiar la integridad de los vecinos y la personal y, si es necesario, retirarse si no cuentan con el apoyo de recursos o bien con las armas disuasivas como las paintball -marcadoras- o balas de goma. Aguilera Alanis y Cardozo no tenían apoyo ni armas disuasivas, sino más bien las reglamentarias.