René Gómez: “los testimonios de los testigos no tienen peso”

El abogado de Marcos Levín se refirió al juicio que se lleva adelante en el Tribunal Oral Federal de Salta contra el empresario salteño acusado de instigar torturas y secuestros.

08 Sep 2015
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Marcos Levín sentado en el banco de acusados junto a su abogado René Gómez durante la primera audiencia del juicio en su contra.

Ayer en el Tribunal Oral Federal de Salta se realizó la segunda audiencia del juicio contra el ex dueño de la Veloz del Norte, Marcos Levín, por instigar la privación ilegítima de la libertad y torturas durante la dictadura militar. Tras las declaraciones de los testigos, el abogado del empresario salteño, René Gómez dijo a LA GACETA que todo lo expresado hasta ahora “son testimonios que no tienen peso” para asegurar la culpabilidad de Levín en delitos que se le atribuyen.

En la primera audiencia, Víctor Hugo Cobos, ex empleado de la empresa y querellante en la causa, acusó al empresario de instigar la imposición de torturas y la privación ilegítima de la libertad. El también delegado sindical contó que en 1977 fue detenido en los galpones de la Veloz del Norte por una supuesta estafa a la firma.

“Esta denuncia se produjo después de su prescripción, es decir que la causa se cerró porque el hecho no constituye delito, sino por qué prescribió. Eso habla bastante de lo que yo puedo decir”, destacó Gómez en relación a la causa que por primera vez en Salta juzga a un empresario por delitos de lesa humanidad.

En la segunda audiencia, el tribunal le tomó declaración a tres ex choferes Carlos Aponte, Amado Núñez y Carlos Alberto Barrientos. El primero aseguró que fue detenido y torturado en la Comisaría Cuarta de la ciudad y relató que mientras estuvo preso vio a Levín en el lugar. Los dos últimos relataron que fueron demorados y liberados rápidamente, y que nos les hicieron nada.

El letrado sostuvo, además, que Levín es el “único empresario que yo conozco que cuando la empresa estaba bien, rifaba autos, casas, electrodomésticos y ayudaba a los empleados que tenían problemas. Que esa persona esté sentada acá en un juicio por lesa humanidad con estos elementos, la verdad que me hace replantear si tendría que haber estudiado medicina y no abogacía. Todo lo que uno aprendió y estudió acá no sirve”, sentenció. 

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