Morillo: la interna política abre otra grieta en un pueblo golpeado

La intendenta de Morillo, Marcela Carabajal, tuvo que volver a sus funciones, pese a que no tenía el alta médica, por el serio incidente que protagonizaron piqueteros wichí y policías, en esa localidad.

A la jefa comunal se le había caído una escalera en la espalda hace unos meses, y tenía –tiene- fractura de columna, por lo que estuvo en terapia intensiva.

En una entrevista realizada por El Acople Informativo, Carabajal denunció un complot en su contra, en el que incluyó al diputado e intendente electo, Atta Gerala, al senador Mashur Lapad, y al funcionario de Gobierno Federico Hanne.

Sobre el conflicto generado por el intento de toma de la empresa Vertúa en el paraje Pozo El Chirete, la mujer dijo: “la empresa prometió públicamente 300 puestos de trabajo y las cosas se iban manejando porque el funcionario de Gobierno Federico Hanne fue designado para mediar con la empresa en abril pasado”. Y añadió: “Federico Hanne era el mediador de esta situación, pero después supimos que tenía reuniones clandestinas en las sedes de Atta Gerala y Mashur Lapad, quienes manipularon a la gente en época de elecciones”. De paso recordó que “con manifestaciones, no nos dejaron trabajar los dos primeros años”, de su gestión.

En la entrevista radial se dirigió al ministro de Seguridad, Alejandro Cornejo, y dijo que “en el Chaco salteño no hay piedras y sí palos y árboles”. Pero, sostuvo, “si quiere buscar a los atacantes, que de paso busque todos los papeles que faltaban para investigar a dónde fue el millón de pesos sobre los cuales Gerala nunca rindió cuentas”.