Dakar: la Provincia sigue sin medir las consecuencias ambientales de la carrera

Además, a pesar de las recomendaciones del Consejo Federal de Medio Ambiente, los itinerarios habrían pasado este año por áreas protegidas. Las autoridades del área están de licencia.

06 Ene 2017
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FOTO LAREGIONHOY.CL

Los expulsaron de Europa, de África, en Estados Unidos no pueden ingresar y Chile no autorizó este año que pase por su territorio luego de comprobar el daño irreversible ocasionado en sitios arqueológicos. Más de 60 personas murieron. Sin embargo, Argentina sigue siendo anfitriona orgullosa de la competencia de vehículos que mayor impacto ambiental produce en el mundo y no impone mayores condiciones para preservar sus recursos. El año pasado, por dar un único ejemplo, la carrera atravesó el Parque Nacional Los Cardones, a pesar de que el Consejo Federal de Medio Ambiente (Cofema) recomienda que no se realicen este tipo de tránsitos en zonas protegidas.


En su edición 2017, la carrera no pasará por allí pero sí atravesará reservas provinciales, que no cuentan con la protección de leyes nacionales y que por lo tanto dependen de la decisión de las autoridades locales para que se permita o no el tránsito en esas zonas. En la Secretaría de Ambiente de la provincia, la titular Irene Soler está de licencia, al igual que el Ministro de Ambiente y Producción Sustentable, Javier Montero. La que atiende la consulta es la ingeniera Mónica Morey, a cargo del Programa de Registros Ambientales, y dice que los vehículos no saldrán de los trayectos de caminos o huellas y que se hará un control cuidadoso de los residuos peligrosos durante el tiempo en que estén en el Centro de Convenciones.

Morey también explica que la provincia no hizo estudios de impacto ambiental, sino que los únicos estudios realizados fueron los que presentó la empresa organizadora, Amaury Sport Organization (AOS), tal como indica la resolución 324/2016 de Cofema.

Aunque no tiene validez de ley, sino que solamente sirve como una recomendación para las provincias donde se desarrolla la competencia, las indicaciones que incluye esta resolución tiene como objetivo noble la protección del medio ambiente que se verá afectado por el rally, aunque no establece mayores precisiones sobre cómo ni quiénes serán los que elaboren estos estudios ambientales, dejándole a AOS la responsabilidad de evaluar el impacto ambiental que ellos mismos provocarán. Una estrategia que sería algo así como darle ovejas al lobo para que las cuide.

Sin embargo, desde la Secretaría de Ambiente aseguran que en octubre pasado se presentó el estudio "después de atender y cumplir con las observaciones que hicieron nuestros técnicos y, una vez completada la información, se llevó a cabo la audiencia pública en San Antonio de los Cobres donde se expuso el estudio además de dejar copia en cada municipio". Por ahora, sin embargo, el Dakar pasa sin que se mida el impacto posterior a su paso, a pesar de que la misma resolución de Cofema ordena que se realice un informe ambiental post evento, "con información sobre las contingencias y consecuencias resultantes de la competencia y las medidas de mitigación implementadas". Morey asegura que este año se les exigirá a los organizadores que la efectúen.

Otra mirada

Según Lucio Yazlle, ingeniero agrónomo y docente en la carrera de Ingeniería en Recursos Naturales de la UNSa, los daños que provoca el paso del Dakar no son tomados con la seriedad que requieren de parte del gobierno provincial. “Desde la Universidad se hizo un estudio después del paso del Dakar y se comprobó la alteración del suelo, de la flora y la fauna por el tránsito de los vehículos.


"Esta carrera tiene un enorme impacto ambiental y no trae ningún beneficio”, dice, y subraya que en lugar de realizarse estudios para prever los daños, el Estado la facilita y la financia. “Muchos de los territorios por donde pasan son vírgenes. Esto es un juego para los sectores más ricos del mundo y el resto somos espectadores de cómo dañan el medio ambiente. Es una cuestión elitista que deja un daño enorme y además causa trastornos al conjunto de la población, porque se cortan rutas, calles para facilitar el exhibicionismo de este sector hiperrico. Los gobiernos sobrevaloran lo que significa y creen que es una cuestión deportiva cuando se trata de una carrera que han ido echando de todas partes”.

De acuerdo a lo que explica Morey, a cargo del tratamiento de residuos peligrosos, su tarea se enfoca en observar el cumplimiento de las imposiciones a los organizadores en cuanto derrames de aceite, de combustible o de desechos peligrosos durante el trayecto. “La carrera tiene un certificado de aptitud ambiental otorgado por el Ministerio de Ambiente, donde dice que cumple con la Ley 7070” de protección del medio ambiente, dice Morey. 

El próximo martes 10, los 318 vehículos de la competencia estarán en Salta y su llegada se anuncia como una buena noticia, mientras cada vez más voces se levantan en todo el país para dar cuenta de los daños que produce a su paso.


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