“Andrea era todo para mí”

Juan Pablo Neri, padre de la mujer asesinada en la cárcel, se mostró devastado por lo acontecido en el pabellón E de la Unidad Carcelaria.

05 Ene 2017
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FOTO LA GACETA

“Andrea era todo para mí” 
Juan Pablo Neri, padre de la mujer asesinada en la cárcel, se mostró devastado por lo acontecido en el pabellón E de la Unidad Carcelaria. 
A las 14.30 sonó un teléfono. Juan Pablo Neri atendió y escuchó la peor noticia. Andrea, su hija de 20 años, falleció en la Unidad Carcelaria N°1 de Villa Las Rosas en manos de su pareja Gabriel “Chirete” Herrera.  
“Andrea era todo para mí”, confesó compungido y devastado el padre de la víctima en la puerta del edificio donde su hija fue asesinada. Juan Pablo llegó a la unidad carcelaria minutos después de las 15 y acompañado de otros familiares intentó entender lo que sucedió tras las rejas. 
“A mí no me gustaba que viniera aquí, ella me contaba sobre su pareja pero yo no quería que salga con él por lo que había con otra mujer”, contó Neri y recordó que la última vez que vio a su hija fue en la mañana de hoy antes de que ella fuera a visitar a su novio con el bebé que tuvieron hace sólo un mes atrás.
Andrea vivía en una vivienda del barrio María Esther y estaba encargada del cuidado de un hermano lo que le dificultaba estudiar o trabajar. Juan Pablo, su papá, vive en el mismo barrio pero a unas cuadras de distancia porque desde hace tres años cuando se separó de su esposa tenía una restricción de acercarse al hogar. 
Pasadas las 19 el Cuerpo de Investigadores Fiscales (CIF) retiró el cuerpo Andrea de la Unidad Carcelaria, pero en la vereda del antiguo edificio ubicado en la avenida Hipólito Yrigoyen un padre quedó huérfano y esperando Justicia.  

A las 14.30 sonó un teléfono. Juan Pablo Neri atendió y escuchó la peor noticia. Andrea, su hija de 18 años, falleció en la Unidad Carcelaria N°1 de Villa Las Rosas en manos de su pareja Gabriel “Chirete” Herrera.  

“Andrea era todo para mí”, confesó compungido y devastado el padre de la víctima en la puerta del edificio donde su hija fue asesinada. Juan Pablo llegó a la cárcel minutos después de las 15 y, acompañado de otros familiares, intentó entender lo que sucedió tras las rejas

“A mí no me gustaba que viniera aquí, ella me contaba sobre su pareja, pero yo no quería que salga con él por lo que había hecho con otra mujer”, contó Neri y recordó que la última vez que vio a su hija fue en la mañana de hoy, antes de que ella fuera a visitar a su novio preso junto con el bebé que tuvieron hace sólo un mes atrás.

Andrea vivía en una vivienda del barrio María Esther y estaba encargada del cuidado de un hermano lo que le dificultaba estudiar o trabajar. Juan Pablo, su papá, vive en el mismo barrio pero a unas cuadras de distancia porque desde hace tres años, cuando se separó de su esposa, tiene una restricción para acercarse al hogar. 

Pasadas las 19, el Cuerpo de Investigadores Fiscales (CIF) retiró el cuerpo Andrea de la Unidad Carcelaria, pero en la vereda del antiguo edificio ubicado en la avenida Hipólito Yrigoyen un padre quedó esperando Justicia.  

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