Amistades con jueces, dinero sin blanquear y otras declaraciones de René Gómez

El abogado fue el segundo imputado en declarar y se refirió a las acusaciones en su contra hechas por su ex pareja.

12 Dic 2017
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Por espacio de tres horas, el abogado René Gómez declaró ayer en la causa en la que es uno de los ocho imputados de conformar una asociación ilícita que tramitaba coimas a cambio de beneficios procesales del ex juez federal de Orán, Raúl Reynoso.

Gómez optó por declarar luego de que, la semana pasada, su ex pareja R. R. V. lo incriminara fuertemente al declarar como testigo protegido y asegurara que recibía en su casa al presunto narco Miguel Farfán (de quien era abogado), quien le dejaba grandes sumas de dinero que después Reynoso retiraba.

En su declaración, en la que también respondió preguntas del fiscal Carlos Amad y de las defensas, Gómez aprovechó para desmentir cada una de las afirmaciones que días atrás pronunció su ex pareja en la misma sala.

“A Farfán le cobre, al menos, 100.000 dólares por las causas Catán y la de Solá Torino”, dijo Gómez y luego afirmó que nunca declaró eso en AFIP al igual que en otras oportunidades.

Según el relato del imputado, la mujer mintió frente al Tribunal al afirmar que veía desde su habitación cómo Farfán dejaba el dinero, ya que aseguró que eso es imposible por cómo es el interior de la vivienda que compartían. A raíz de esto, no se descarta que se realice una inspección ocular en el lugar.

“A Farfán le cobré, al menos, 100.000 dólares por las causas Catán y la de Solá Torino”, dijo Gómez y luego afirmó que nunca declaró eso en AFIP al igual que en otras oportunidades.

El presunto narco sigue siendo buscado por la Justicia e Interpol ya que está prófugo desde hace años luego de haber asistido a la primera audiencia del juicio en el que estaba imputado de pagar coimas al juez José Antonio Solá Torino, quien fue condenado por ello.

A Gómez se le consultó cuántas veces fue a ver a Farfán desde que está prófugo pero de su respuesta se desprendió que lo hizo dos veces vía terrestre y otras dos en avión, siempre con destino a Bolivia.

Un entramado de llamadas telefónicas complica a Reynoso

También calificó como “ciencia ficción” al relato de R. R. V. sobre que el hijo en común le había contado que vio una bolsa llena de dólares en la habitación que Gómez ocupó durante más de un mes en un conocido hotel salteño y que luego habría retirado el ex juez: “mirá si va a ir Farfán con todos sus pedidos de captura y si un juez federal va a salir con una bolsa negra”, expresó.

La amistad y las llamadas con Reynoso

Apenas conocida la causa que los investigaba, tanto Gómez como Reynoso aseguraron que no eran amigos, que solo se conocían. Sin embargo, en su declaración de ayer, Gómez dejó en claro que la relación llegó a ser de mucho contacto y frecuencia. Contó que lo conoció cuando él era Procurador General de la Provincia y Reynoso defensor oficial, por lo que el ex juez quedó agradecido.

La relación se profundizó años después cuando comenzaron a jugar tenis con sus hijos y que ahí comenzaron a sucederse una serie de llamados telefónicos que también comprendían aspectos personales como atenciones médicas del hijo de Gómez a los hijos de Reynoso.

Gómez negó cualquier relación laboral con los otros abogados imputados en la causa María Elena Esper y Arsenio Eladio Gaona

“Admiro a Reynoso por la cantidad de causas y de droga que manejó durante tantos años”, consideró Gómez y aclaró que pese a la buena relación que mantenían, el único beneficio que obtenía del Juzgado de Orán era que le avisen si las audiencias de juicios se iban a realizar o no, como para no viajar en vano.

Las cenas con jueces

Al referirse a su amistad y encuentros con Reynoso, Gómez marcó que también acostumbraba a recibir en su casa a otros magistrados a quienes conoció a lo largo de su carrera. Así mencionó a los actuales jueces de la Corte provincial Guillermo Catalano y Abel Cornejo y a la jueza federal Marta Liliana Snopek, a quienes invitó a cenar, pero que ninguno se excusaba luego porque la amistad no era íntima.

Su relación con Snopek mereció un capítulo aparte debido a que la testigo R. R. V. había dicho que lo favorecía en causas en las que Gómez intervenía como defensor. El imputado negó que esto fuese cierto pero su declaración generó una fuerte discordia con el abogado querellante Carlos Garmendia, ya que este interpretó que Gómez había dicho que la invitaba a comer porque quería “ganársela”, siendo que la jueza actuaba en causas importantes de Gómez como las de Miguel Farfán, Marcos Levín y Vera Cucchiaro. Gómez se ofendió y cuestionó al querellante por desvirtuar sus dichos.

La Finca Mollinedo ¿honorario o coima?

En la acusación contra Reynoso se le sospechan sus resoluciones en nueve causas. Una de ellas es la que tenía como acusado de narcotráfico a Pablo Raúl Vera, quien fue representado por Gómez y cuyo juicio concluyó meses atrás con algunas particularidades. La instrucción del juicio contra Reynoso consideró que el presunto narcó pagó al ex juez con la Finca Mollinedo, de 700 hectáreas, que primero estuvo a nombre de R. R. V. y luego de la también imputada Rosalía Aparicio (de quien se cree que prestó su nombre para proteger a Reynoso).

Gómez afirmó que la finca era suya, ya que Vera se la había entregado como pago de honorarios pero que la puso a nombre de su entonces pareja como obsequio para el hijo que tienen en común.

En su declaración testimonial, R. R. V. ratificó esta historia y dijo que se lo habían pedido porque el juez se estaba divorciando y quería proteger algunos bienes suyos, pero que siempre supo que eran de Reynoso. Agregó que cuando comenzó a separarse de Gómez, este se encargó de vender la finca y que cuando fue a firmar vio que originalmente pertenecía a Vera, como así también que en la escribanía estaba el chofer de Reynoso con el dinero, pero que nunca lo tocó, que solo firmó y se fue.

Gómez desmintió completamente esa historia y afirmó que la finca era suya, ya que Vera se la había entregado como pago de honorarios pero que la puso a nombre de su entonces pareja como obsequio para el hijo que tienen en común.

Resaltó el abogado que Vera le pagó con retraso porque ya habían pasado  dos años de que había recuperado la libertad y que luego supo por un amigo especialista en tierras que esa finca no valía un millón de pesos (como le había dicho Vera), porque estaba bajo código amarillo por lo que no podía cultivarse nada y tampoco construir porque carecía de luz, agua y cloacas. Por ello quiso venderla y allí apareció Rosalía Aparicio.

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Según Gómez, no es extraño ni sospechoso que Rosalía Aparicio (hermana del imputado y empleado del Juzgado de Orán, César Aparicio) haya adquirido la finca ya que siempre se dedicó a la compraventa de tierras.

Respecto al manejo del dinero de la venta de la finca, unos $270.000, Gómez aseguró que R. R. V. contó la plata, la introdujo en su cartera y la depositó en una caja de seguridad de un banco y que luego dispuso de ella en varias oportunidades.

La de ayer fue la última audiencia del año en la sede del Tribunal Oral de Salta, ya que la semana que viene no habrá actividad, el martes 26 el juez Casas tomará una declaración en Orán y luego vendrá la feria de enero. Las audiencias se reomarán el lunes 5 de febrero de 2018 a las 8.


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