“La situación irregular de un inmigrante no es razón para privarlo de los derechos básicos de cualquier ciudadano, tales como salud, educación o trabajo”, establece la Ley de Migraciones reglamentada en 2010.

De este modo, a partir de la Ley 25.871, el fenómeno migratorio se convirtió en un asunto de derechos humanos. Según la norma, todos pueden vivir en territorio argentino a menos que tengan condenas en sus países de origen o hayan participado en terrorismo o delitos de lesa humanidad. En ese sentido, Salta está entre las provincias con mayor número de expulsiones de extranjeros. Desde 2009 hasta principios de 2014 año, 169 personas fueron obligadas a abandonar el país desde nuestra provincia.

Por otro lado, según un censo realizado en 2010, los inmigrantes en la provincia uman el 2,3% de la población. La mayoría nació en Bolivia y se registraron además más mujeres nacidas en otros países que hombres.

Las principales fronteras en Salta son las de Salvador Maza – Yacuiba y la de Aguas Blancas – Bermejo pero a diferencia de otros puntos de paso en Argentina, no representan un volumen elevado de tránsito. Durante 2013, la suma de las dos zonas no superaron el millón de ingresos y egresos (700.599), mientras que el paso Iguazú – Foz de Iguazú, por ejemplo registró durante el mismo año más de 9.000.000 personas en tránsito.