EL "GAME OVER", NO EXISTE.

24 Ago 2018
1

Ilus by Lucien.

EL “GAMER OVER”, NO EXISTE”.



Algo que me cautiva del mundo de los videojuegos, es esa posibilidad que ofrece de poder jugar una y otra (y otra, y otra, y otra) vez, hasta lograr terminar el juego.

Con cada paso que damos, aprendemos sobre el escenario y como movernos en él. Nos familiarizamos con los desafíos y enemigos que se nos presentan, y trazamos estrategias que nos permitan superarlos. Aprendemos a usar de manera efectiva todos nuestros ítems y armas. Nos concentramos en resolver los puzzles y misterios. Cada intento fallido nos impulsa a seguir, a mejorar el desempeño de nuestra última partida.


No dudamos en dar “YES”, cada vez que se nos aparece el cartel de “CONTINUE?”.  


Y es que, más allá de lo frustrante que puede resultar el “morir” ante el mínimo error que cometamos, y ser devueltos al punto de inicio. Esto nos hace acomodarnos en nuestros asientos, poner nuestros cerebros al mil por ciento, y con el control firmemente sostenido, repasar a toda velocidad el trayecto que ya conocemos a detalle, sorteando los obstáculos con precisión milimétrica. Ejecutando una coreografía, que nos lleva a enfrentar nuevamente a ese conjunto de píxeles con el que tuvimos la mala suerte de cruzarnos hace apenas unos instantes.

Ahora, y gracias ese “fatídico” encuentro, sabemos cómo dominarlo.


Puedo arriesgarme y asegurar que más de un gamer -tanto los casuales como los hardcore-, ha soñado con poder usar algún ítem o característica especial de un videojuego en la vida real.

Sería simplemente GENIAL, que al final de un día terrible, en el que todo nos salió mal, poder encararlo de nuevo conociendo las desventuras que nos esperan. Como si rejugáramos un nivel en Super Mario Bros.

Está demás el aclararlo, pero esto es, bueno, IMPOSIBLE.


Suena como si todo el esfuerzo al que mencione anteriormente, fuera una completa pérdida de tiempo. Y lo único que conseguimos es gastar nuestro tiempo y dinero en algo virtual. En logros que solo existen en mundos virtuales, y por ende completamente inútiles en el mundo real.

Pero la verdad, es que esto está lejos de ser verdad.


Lo que si se da en la realidad, y puedo dar fe de ello. Es cuanto se agudiza nuestra mente. Todo el tiempo que estuvimos saltando obstáculos y disparándole a una multitud de enemigos, dan como resultado que esas neuronas que solían estar como decoración, trabajen a toda máquina. Lo cual es una ventaja en un mundo donde la mayor parte de la población, deliberadamente asesina a estas tan simpáticas células, a base de realities, programas de chimentos, y malas telenovelas.


A los ya clásicos ejemplos, de que cualquiera que le haya dedicado una buena cantidad de horas al “Tetris” puede poner orden hasta en cuadro cubista; Que aprendimos todo lo que sabemos sobre historia y geografía de títulos como “Age of empires”; Y que Hablaremos un inglés bastante decente luego de terminar alguno de los interminables RPGs. Le puedo sumar, y ya hablando en serio, lo que a mi parecer son cualidades que adquirimos tras años de estar apretando botones frente a un monitor.

OPTIMISMO Y PERSEVERANCIA.


Sé que esto puede sonar bastante ridículo. Pero, déjenme explicar:

Los diferentes niveles de dificultad presentes en cada título, permiten que la experiencia de juego no esté limitada a una partida, o un tipo de juego.  Lo que nos impulsa a estar constantemente retándonos a nosotros mismos, para poder superar nuestra última marca.

No voy a negar que lo más interesante de un juego, es el poder usar todos los recursos que nos ofrece, el probar todas y cada una de las armas, ataques especiales e ítems. Para poder finalizar el juego en tiempo récord.

Una vez que hemos logrado este cometido, surgen nuevos desafíos.

Usar el “Modo superviviente” y enfrentar tan solo con un cuchillo a batallones de soldados armados hasta los dientes. Elegir al debilucho e inútil Dan Hibiki en “Street fighter”, para que el llegar a la pelea final sea un acontecimiento digno de ser relatado a nuestros futuros nietos.


Todas las experiencias por las que atravesamos en los videojuegos, forman un entrenamiento para ayudarnos a afrontar las situaciones que se nos presenten en el mundo real.


Nos convertimos en personas capaces de ver hasta el más mínimo detalle de nuestro entorno, cosas que para los demás suelen pasar desapercibidas.

Ante cada situación -tanto personal como laboral- recreamos en nuestra mente los posibles escenarios de la misma, analizamos en un momento las variables presentes, y tomamos la mejor decisión.

Y así también, nos armamos con toda la paciencia que sea necesaria para trabajar en situaciones complicadas.

Sin importar lo que pase -reprobar un examen, perder un empleo, o un corazón roto-, no vamos a darnos por vencidos.

Vamos a intentarlo miles de veces, hasta llegar a nuestro objetivo.

Habrán errores, heridas, y lloraremos en más de una ocasión. Eso es seguro.

Pero no abandonaremos. Para nosotros, El “gamer over”, no existe.


Lucien.


Comentarios