CocinaGeek: Submarino, por Lucien.

Creo haber mencionado antes cuánto amo el chocolate -y las preparaciones hechas a base de este-. Pero no recuerdo si dejé en claro el hecho de que yo AMO EL CHOCOLATE.  

Tanto, que mi terapia para combatir la depresión, consiste en consumir cantidades enormes de este maravilloso alimento.

No importa que tan dificil sea el momento que esté atravesando, cada bocado de chocolate me ayuda sentirme mejor. De a poco me va sanando, con esa calidez tan característica que tiene. Es algo casi mágico.

Y si bien mis desayunos consisten en una gran taza de chocolate caliente desde hace años. Hay una preparación en particular a la que siempre recurro cuando me siento en “el bajón”. El submarino.

En esos días grises, salgo a caminar para poder reflexionar y así aclarar en mi mente todas mis ideas. Es entonces cuando aprovecho para entrar a algún buen café para sentarme a leer acompañado por este maravilloso brebaje.

Su preparación es tan básica que es casi imposible encontrar un lugar en el que lo sirvan mal. Lo que lo convierte en mi compañero ideal para estas salidas.

Hay algo que disfruto en gran medida, y es el ver al chocolate derretirse en la leche caliente. Observar detenidamente como va tiñendo la leche ante los lentos movimientos de cuchara. Es es espectáculo hipnótico y muy hermoso.

Todo esto, lo ejecuto a manera de un mini ritual. Algo que me sirve para empezar a desconectarme.

Y luego, luego WOW.

El primer sorbo me llena de tal calidez. Que hace que el mundo, y todos sus problemas, desaparezcan.

Y luego de esto, ya estoy listo para seguir adelante.

INGREDIENTES.

• ½ Litro de leche.

• 2 barras de nuestro chocolate favorito.

PREPARACIÓN.

-Hervir la leche, prestando atención para evitar que rebalse.

-Servir la leche caliente en nuestra taza o vaso.

-Agregar las barritas de nuestro chocolate favorito.

-Esperar unos momentos mientras la leche caliente va derritiendo el chocolate, mientras revolvemos lentamente con la cucharita.

-Disfrutar de esta bebida, y dejar que las penas se vayan disolviendo en cada sorbo.

Gracias por todo su apoyo. Y disculpen el doodle con el que ilustré esta receta (Esta vez no dispuse del tiempo necesario para dibujar). Prometo que la proxima será algo mucho mejor.

Lucien.